miércoles, 4 de febrero de 2015

019. Otra vez sopa de arroz en Tres Esquinas: Un camión casi vuelca en el peligroso cruce, cuando el terreno cedió por filtraciones de agua.

Por Horacio Ricardo Silva.


T
res Esquinas nuevamente es noticia, y no precisamente de las buenas. Anoche, cerca de las 23.30 horas, el chofer del camión Mercedes Benz, patente AUZ 476, tuvo la desafortunada idea de detenerse en la banquina de la Ruta 143, a la altura del km. 500; justo en el exacto lugar donde existe una pérdida de agua, ya denunciada por este medio el pasado 14 de enero.

En la mencionada nota, escrita por el vecino Américo Modugno  (ver: “Cerrado por vacaciones – crónicas veraniegas”), se consignaba el hundimiento de la carpeta asfáltica, producido por la pérdida de líquido en un caño de agua, que pasa por debajo de la ruta.


Así se veía, el 8 de enero, la carpeta asfáltica en el Km. 500 de la Ruta 143.

La pérdida agua ya se notaba en los espacios de la banquina donde el pasto estaba más verde y crecido (8/1/2015).
Un detalle de la humedad en la tierra generada por la filtración. (8/1/2015).
Se informó también que una cuadrilla de obreros fue enviada al lugar para efectuar un simple relleno del pavimento, y se advirtió que esto era “apenas un emparchado superficial, dado que la pérdida de agua seguirá fluyendo, con lo cual la depresión de la carpeta asfáltica volverá por sus fueros. Toda una postal de la manera frívola con que se encaran los problemas, en esta sufrida tierra de San Rafael”.
Para susto del chofer, la depresión volvió por sus fueros, en versión corregida y aumentada; mas no aún en la carpeta asfáltica, pero sí en todo el terreno que circunda al caño mencionado, el cual se ha convertido —tras por lo menos 27 días de anegamiento constante— en un auténtico pantano, según pudo corroborar en el lugar Una Voz de Cañada Seca.
Y allí fue a parar el infortunado camión, cuyas ruedas derechas llegaron a hundirse hasta más de la mitad del neumático; quedando peligrosamente escorado, como se puede apreciar en la imagen.

Fotografía tomada por de Giselle García de Galdámez, a las 23.47 horas.
La lanza del camión en emergencia, utilizada para apuntalar el vehículo.
Depresión llena de agua en la banquina, provocada por el incidente.

El atribulado chofer, con la ayuda de la vecina familia Galdámez —que acudió en el acto al ver el incidente— atinaron a apuntalar el vehículo utilizando la lanza, mientras esperaban la llegada de un amigo del camionero, de apellido Santander, quien se movilizaba a toda prisa al comando de su poderosa máquina agrícola.
En tanto, se hicieron presentes en el lugar policías de la comisaría 42a., y los Bomberos Voluntarios de Salto de las Rosas, con su comandante Pablo Franciulli a la cabeza
Finalmente, con el auxilio de Santander, se pudo desempantanar el camión, cuyo chofer continuó su marcha acordándose de todas las familias de las autoridades, por lo menos hasta la quinta generación de ancestros. En tanto, fue la familia Galdámez quien se ocupó de señalizar —precariamente— el hueco repleto de agua dejado por el vehículo, como se puede apreciar en este video, de apenas 40 segundos de duración:


Ésta es la manera frívola con que las autoridades encaran los problemas en la sufrida tierra de San Rafael. Y los vecinos de Cañada Seca recuerdan entonces, con indignación, la fogosa sentencia del insigne tribuno romano Marco Tulio Cicerón (106 a.C. / 42 a.C), al pronunciar la primera de sus célebres Catilinarias:

Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?

Y se permiten parafrasearla:


¿Hasta cuándo seguirán abusando, funcionarios y autoridades de San Rafael, de la paciencia nuestra?

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