domingo, 22 de febrero de 2015

024. EL EXABRUPTO DE UN CONCEJAL, Y UN RETO A DUELO.

El concejal Alfredo "Brocha" Morán, retado a duelo por la redacción de "Una Voz de Cañada Seca".

O
currió en la mañana del 22 de febrero en Línea Ancha, poco antes de iniciarse la ceremonia de pintado de la estrella amarilla por Nicolás Gabriel Quesada.
Cuando arribaron los miembros del Consejo de Redacción de “Una Voz de Cañada Seca”, ya estaban allí el concejal Alfredo “Brocha” Morán, y el delegado municipal Alfredo Riera.
Se sucedieron los saludos de rigor, y luego el silencio. Un poco para romper el hielo, Horacio Silva preguntó a la vecina Edith Martínez por la salud de su hija, que había sufrido un accidente cuando circulaba en motocicleta por la calle Schestakow de Salto de las Rosas, el pasado 28 de enero.
Afortunadamente la joven estaba bien, aunque con algunas secuelas, y una operación pendiente de realizar por la rotura de su tabique nasal.
La charla derivó entonces hacia los conductores del Salto, que siguen sin enterarse que hubo un cambio de mano en el sentido del tránsito de las principales calles del pueblo (Sarmiento y Schestakow), en las cuales siguen circulando como si aún fueran de doble vía.
El estallido se produjo cuando Silva mencionó el último accidente en Tres Esquinas (16 de febrero), en el cual el conductor Marcelo Buenanueva no perdió la vida por puro milagro.
Fue entonces cuando el concejal Morán, con el rostro algo alterado, se mostró muy ofendido con los redactores de "Una Voz de Cañada Seca".
Alzando el tono de voz, dijo que eran "unos mentirosos", que le "estaban pegando injustamente", y los descalificó afirmando que estaban "haciendo política", acusaciones que generaron un conato de discusión.
En ese punto alguien, con muy buen tino, calmó los ánimos diciendo que ése no era “ni el momento ni el lugar para ponerse a discutir". En efecto, casi toda la familia de Nicolás Quesada estaba allí, en medio de su dolor, convirtiéndose en testigo indeseado de semejante exabrupto.
Finalmente la ceremonia se desarrolló en paz, y cada contendiente se retiró a su rincón. No obstante, la acusación de “mentiroso” no es cosa que pueda dejar pasar así como así a un medio de prensa serio, cuya fuerza radica exclusivamente en la ética profesional; esto es, en la veracidad de sus afirmaciones.
Luego, en defensa de su honor, el Consejo de Redacción de “Una Voz de Cañada Seca” en pleno ha decidido retar a "duelo" al concejal Morán.
Como marcan las reglas del Código de Honor para estos casos, el lance se efectuará a dos pasos de distancia, en un estudio de radio o televisión, a la cuenta de tres, y el "arma" consistirá en un micrófono cargado de palabras. Por razones humanitarias, el "duelo" será a primera sangre; esto es, que el contendiente que resulte herido por la primera andanada de palabras, tendrá derecho a retirarse de la arena; y el bando victorioso no podrá cebarse en el caído, rematándolo en el suelo.
Los redactores de “Una Voz de Cañada Seca” se hallan abocados a la búsqueda de un padrino, que suministre el lugar y las "armas" para el duelo, y que notifiquen al ofensor tan extrema decisión.
¿Querrán tal vez ofrecer su buenos oficios los periodistas Silvio Barroso, Martín Rostand, Patricia Coria, Sebastián Roco, Héctor Ortiz, Katherina Schaigorodsky, Osvaldo Barroso, Roberto Mustafá Berdugo, o acaso Martín Gastañaga? Cualesquiera de los nombrados  que consientan en ello no tienen más que notificarlo, y quedarán automáticamente reconocidos como padrinos.

¿Tendrá valor el concejal Morán para aceptar un "duelo" de estas características? Los redactores de “Una Voz de Cañada Seca” confían en que sí; dado que le va en ello, la defensa de su propio honor.

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