viernes, 6 de febrero de 2015

020. ¿HA LLEGADO LA HORA DE CORTAR LA RUTA 143?


E
ste interrogante viene rondando, desde hace tiempo, entre los habitantes de Cañada Seca, quienes han mostrado poseer la paciencia de un monje tibetano. Pero el hundimiento anteanoche de un camión en Tres Esquinas, a causa de una pérdida de agua denunciada el pasado 8 de enero, está tensando los nervios de los vecinos más tranquilos.

Último incidente en Tres Esquinas, 3/2/2015. (Foto: Gisell García de Galdámez).

Sin novedad en el frente, a cuatro meses de haberse prometido la construcción de la Rotonda.

La historia de los movimientos sociales, en todos los tiempos y en todas las geografías, demuestra que los pueblos son sumamente pacientes; y que las autoridades confunden esa paciencia con docilidad, incurriendo en un grave error que suele derivar en imprevisibles consecuencias.
Desde el corte de ruta del 26 de septiembre pasado, tras la absurda muerte de Guillermo Vergara en Tres Esquinas, el sufrido distrito de Cañada Seca ha sido testigo de múltiples contradicciones entre las autoridades, de idas y vueltas, de marchas y contramarchas.
Y todo para que, en exactamente cuatro meses y seis días, apenas se hayan colocado unos pocos carteles viales, un par de tachas refractarias, y lo más humillante de todo: un trailer viejo y oxidado, en estado de abandono, con un cartel que reza: “OBRADOR CAMILETTI SA AL SERVICIO”. Al servicio de quién, se preguntará el lector: de Lemiro Pablo Pietroboni S.A., contratista del tramo de la Ruta 143, conocido como “Malla Sistema C.Re.Ma. 313A”. Nadie se ha tomado siquiera la molestia de ponerlo, tal es la desidia reinante.
A continuación, una reseña de los hechos:

Breve historia de una falta de respeto hacia todo un pueblo.

Hacen ya al menos 42 años, desde el 19 de agosto de 1972, que los vecinos de Cañada Seca piden una Rotonda en Tres Esquinas. Así lo atestigua una nota de prensa de la época, donde se aseguraba que la obra “se hacía imprescindible” para eliminar “las posibilidades de accidentes”.
Ninguna autoridad hizo nunca nada al respecto. Y pagaron con su vida tal apatía al menos nueve personas, más una cantidad indeterminada de heridos y lesionados.
El 1° de octubre de 2014, en una concurrida asamblea, el concejal Darío Barandalla prometió la Rotonda; y el ingeniero Piastrellini, de Vialidad Provincial (DPV), explicó detalles técnicos del proyecto, asegurando que las obras se iniciarían el 8 de octubre. Ese mismo día, en el fragor de la asamblea, nació la agrupación Vecinos por la Comunidad de Cañada Seca, que convocó a una nueva asamblea para esa fecha.
Llegado el 8 de octubre, los vecinos descubrieron que se les había mentido: no había ni máquinas trabajando, ni funcionarios que dieran la cara. Aún así, se resolvió enviarles una nota a través del concejal Alfredo Morán, citándolos a comparecer el viernes 10.
Ese día, funcionarios de Vialidad Nacional (DVN) y la DVP, informaron muy sueltos de cuerpo que aún no había hecho el llamado a licitación para adjudicar la obra.
El 22 de octubre se realizó otra asamblea, en la cual Piastrellini se limitó a quejarse de la lentitud operativa de la DVN. En la siguiente reunión, el día 30, estos funcionarios volvieron a brillar por su ausencia.
El 21 de noviembre compareció ante la asamblea el ingeniero Gonzalo Jara, de la DVN, quien explicó que se cambiaron los planes, y que se hacía necesario expropiar una parte de la esquina Víctor Weinert. Y en nueva asamblea del día 28, el ingeniero Daniel Rodríguez (DVN) y los representantes de la contratista Pietroboni, firmaron pomposamente un “Acta de Inicio de Obra”, anunciando que esta vez los trabajos comenzarían el 1° de diciembre. Ante la consulta de los vecinos sobre la expropiación, Rodríguez afirmó que el intendente Emir Félix, en persona, le había asegurado que de ello se iba a encargar la Municipalidad.

El ing. Rodríguez, de remera azul; a la derecha, personal de Pietroboni S.A. (Foto: Horacio R. Silva).

El acta de la desvergüenza. (Foto: Horacio R. Silva).
En la primera quincena del mes de diciembre, los vecinos fueron testigos de una suerte de comedia de enredos, protagonizada por la DVN y el Municipio, sobre quién debía encargarse de la expropiación. Los actores de esta burlería en tres actos fueron el concejal Morán, el delegado Alfredo Riera y el ingeniero Rodríguez, quienes se desmentían a cada rato ante el resultado de las investigaciones de Una Voz de Cañada Seca.
El 12 de diciembre, los vecinos organizaron una original protesta: el “Asado a la Rotonda” en pleno cruce de las Tres Esquinas. Al día siguiente aparecieron máquinas de la subcontratista sanrafaelina Camiletti S.A., que procedieron a desmalezar un sector de la zona. Dos días después, el concejal Morán protagonizó un vergonzoso sainete al convocar al periodista Silvio Barroso (Vibra FM e Info Ya!) a una inexistente reunión de vecinos en Tres Esquinas.
En los días subsiguientes, Camiletti dejó su ruinoso trailer abandonado en el lugar, mientras que se colocaban unos pocos carteles en dos calles de Salto de las Rosas y en la Ruta 143, más un par de líneas de tachas refractarias.
El 28 de diciembre —Día de los Santos Inocentes—, en la inauguración de la Plaza Manuel Belgrano, el intendente Félix recibió en mano un pedido de audiencia para tratar con urgencia estos temas; pedido que al día de hoy no ha recibido respuesta.
A principios de enero de 2015, dos periodistas de este medio intentaron en vano entrevistar a los funcionarios de Vialidad Provincial; se les informó que “estaban de vacaciones”. La señorita Ivana Camiletti, en cambio, indicó que su empresa estaba aguardando la orden de Pietroboni S.A. para comenzar con las obras.
El día 8, Una Voz de Cañada Seca detectó —y fotografió— el hundimiento de la capa asfáltica en el km. 500 de la Ruta 143, a raíz de la pérdida de agua de un caño, procediendo a dar aviso a las autoridades pertinentes. Recién el día 14 se acercó una cuadrilla de obreros a efectuar una operación de rellenado, que desde este medio se denunció como una reparación superficial. Como ya es tradición, ningún responsable se dignó tomar nota de ello; el resultado, el hundimiento del camión patente AUZ 476 el pasado 3 de febrero.
Pero unos pocos días antes, el concejal Morán protagonizó otro paso más de sainete. Ante una publicación de Info Ya! (23/1/2015), denunciando la falta de cumplimiento de sus promesas, el edil se molestó por quedar expuesto de manera pública; y fue a quejarse al despacho del Intendente, dentro del cual se habría producido un interesante intercambio de palabras (Info Ya!, 30/1/2015).
Entretanto, mientras algunos funcionarios se van de vacaciones sin cumplir con sus responsabilidades, y otros se dedican a inaugurar plazas y a protagonizar pasos de comedia, los accidentes se siguen sucediendo en el distrito de Cañada Seca; y algunos de ellos, fatales.
El 26 de septiembre moría Guillermo Vergara; el 29, se produjo un violento choque de dos automóviles a metros de la YPF, por la falta de señalizaciones y de ordenamiento del tránsito(1); el 12 de octubre murió el joven Félix Guajardo Puma, tras ser arrastrado 500 metros por la camioneta que lo embistió, en el KM 495 de la Ruta 143; el 29 de diciembre, una nena de 8 años fue atropellada en El Tropezón; el 24 de enero murió atropellado en Calle Ancha el joven de 17 años Nicolás Quesada, quien fue abandonado por su asesino; el 28 de enero la joven Alejandra Martínez Padilla sufrió la fractura del tabique nasal con perdida del conocimiento, tras un choque entre dos motos en el cruce de las calles Schestakow y O’Higgins, de Salto de las Rosas; el 31 de enero, murieron los jóvenes Franco y Jonathan Guerra, tras chocar su moto con una camioneta en La Pichana. Y por último, el 3 de febrero, se producía el mencionado hundimiento de camión en Tres Esquinas.


26/9/2014: corte de ruta espontáneo, tras la muerte de G. Vergara. (Foto: Mediamza.com).

Brutal choque del 29/9/2014. Como resultado de la desidia oficial ha quedado un matrimonio inválido de por vida. (Foto: Mediamza.com).
Lo que vendrá

A cuatro meses y seis días de la promesa de construir la Rotonda, con incontables idas y vueltas y desmentidos, sin  noticia alguna sobre la expropiación de la esquina Víctor Weinert, y con la deserción total y absoluta de todos los funcionarios involucrados —el último que se vio por Cañada Seca fue el Intendente, y esto el 28 de diciembre, hacen ya cuarenta días— los vecinos de Cañada Seca han asumido que, durante todo este tiempo, han sido objeto de burla por parte de las autoridades.
Se decía más arriba que los pueblos son muy pacientes, pero que ello no significa que sean dóciles. Y el pueblo de Cañada Seca, decididamente no lo es. Se han recogido en este medio cantidad de comentarios y pronunciamientos individuales a favor del corte de ruta, como puede apreciarse en la versión digital de este periódico. Lo único que falta para que se produzca el estallido, es que alguien lo convoque.
Una Voz de Cañada Seca, y los Vecinos por la Comunidad, vienen bregando por una solución constructiva de este grave problema, que continúa costándole la vida a los habitantes de este pueblo. En cuatro meses y seis días, se contabilizaron siete accidentes, con un saldo de cuatro muertos y varios heridos. Pero las autoridades o bien mienten, o dan largas al asunto, o se van de vacaciones, o protagonizan actos vergonzosos, más propio de criaturas que de personas adultas.
Si al pueblo de Cañada Seca no se le demuestra, en un muy corto plazo, que se le toma en serio y se le respeta como se debe respetar a una comunidad laboriosa, el corte de ruta será inevitable. Para bien o para mal. Se lo deben, particularmente, a Nora Forquera y Dana Vergara —viuda e hija de Guillermo Vergara—, y a los familiares de las demás víctimas de la desidia oficial. Son 42 años ya. No es un reclamo trasnochado efectuado ayer.
Se decía, en la edición impresa N° 2 de este periódico, que:

“Está en las autoridades, entonces, la sabiduría de percibir cuándo se llegó a ese impreciso límite, que separa la paciencia de un pueblo, con la indignación abierta”.

Y se decía también, en el reciente artículo del 4 de febrero:

“Ésta es la manera frívola con que las autoridades encaran los problemas en la sufrida tierra de San Rafael. Y los vecinos de Cañada Seca recuerdan entonces, con indignación, la fogosa sentencia del insigne tribuno romano Marco Tulio Cicerón (106 a.C. / 42 a.C), al pronunciar la primera de sus célebres Catilinarias:

Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?

Y se permiten parafrasearla:

¿Hasta cuándo seguirán abusando, funcionarios y autoridades, de la paciencia nuestra?

30/11/2014: familiares de G. Vergara pintan una estrella amarilla en Tres Esquinas. Los vecinos del distrito han jurado que será la última, y que se cortará la Ruta 143 tantas veces como sea necesario para lograr tan noble objetivo. (Foto: Horacio R. Silva).

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(1) La vecina Silvia Barbay, enfermera del Centro de Salud N° 130 de Salto de las Rosas (“La Salita”), y que participó de los primeros auxilios a las víctimas, informó que este terrible choque ha tenido gravísimas consecuencias para los accidentados. Elena Gómez, que viajaba en uno de los vehículos, ha quedado postrada para siempre en una silla de ruedas; mientras que su esposo, Alberto Beuret, ya no puede desplazarse si no es con la ayuda de dos “bastones canadienses”. Dos vidas más, arruinadas por la apatía e indiferencia oficiales.

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