jueves, 2 de abril de 2015

047. DON EDUARDO FORNES, PIONERO EN EL RECLAMO POR LA ROTONDA DE TRES ESQUINAS:

Un Vecino Ejemplar De Cañada Seca

Don Eduardo Fornes, 90 años al servicio de su comunidad.

C
ada mañana, con el paso cansino que revela sus 90 años, el vecino Eduardo Fornes camina los 200 metros que median entre su casa y el cruce de Tres Esquinas, para controlar el desarrollo de la obra de la Rotonda.
El verlo así, en su diario andar, tan sereno y digno, remite a aquella vieja canción de Piero:

Es un buen tipo mi viejo
que anda solo y esperando,
tiene la tristeza larga
de tanto venir andando.


La antigua lucha de un auténtico pionero

Diario Mendoza, 19-8-72: “El señor Eduardo Fornes, delegado municipal de Cañada Seca, hace presentes las necesidades de la zona a las autoridades provinciales”.

Mucho tiempo atrás, hace casi medio siglo, don Eduardo era el delegado municipal de Cañada Seca. Un día —el 18 de agosto de 1972— vino hasta Salto de las Rosas nada menos que el entonces gobernador de Mendoza, Félix Gibbs, con motivo de la inauguración de la Salita de primeros auxilios.
Según consta en los amarillentos papeles del archivo (Diario Mendoza, 19/8/1972) don Eduardo dijo entonces, humildemente, que la iniciativa de la Salita había partido de la comisión vecinal del Salto, presidida por el señor Piedecasas. Lejos estaba de arrogarse para sí mismo, y para su gestión, el mérito de la obra.
Asimismo, tampoco quiso explotar nuestro vecino la visita del Gobernador para lucirse, ni para regalar al mandatario palabras edulcoradas y genuflexas. Muy por el contrario, don Eduardo aprovechó la magnífica ocasión para plantear a la máxima autoridad provincial, cara a cara, “otra serie de obras de impostergable realización, para el impulso y desarrollo de Cañada Seca”.
Y a continuación, se despachó con una larga lista de nueve puntos; entre los cuales, se destacaba el pedido de construcción de “Rotondas con jardines en la esquina de Víctor Weinert, donde convergen vehículos desde cuatro direcciones, y que hace imprescindible a realización de obras tipo «road point»,  los efectos de eliminar las posibilidades de accidentes”.
Pasaron desde entonces nada menos que 42 años para que se comenzaran a realizar estos trabajos, y una cantidad innumerable de accidentes; entre ellos, los que les costaron la vida a Juan Arezzo, José Luis Lucero, Juan Héctor Juárez, y Guillermo Vergara. Y esta lista es, a todas luces, incompleta.

Toda una vida dedicada a la comunidad de Cañada Seca
Inspeccionando las obras de la Rotonda, junto a un reportero de este periódico.

En un artículo del diario Uno San Rafael (4/11/2012), un memorioso periodista recordaba la época dorada del pueblo, allá por la década de 1930, cuando el tren llegaba tres veces por semana a la estación de Salto de las Rosas: “En esos días se juntaban agricultores, viñateros y bodegueros, cada uno con sus carros llenos en la estación, llevando frutas, verduras, vinos para enviar con el tren. Al decir de testigos, era una gran fiesta, una romería: productores, pueblo y también curiosos, todos en la estación”.
Y entre esos curiosos estaba nuestro vecino, entonces apenas un niño, como consigna el mencionado artículo: “El relator don Eduardo Fornes cuenta que él era pequeño, e iba en un caballito a buscar la correspondencia”.
El deporte entusiasmó, de joven, a don Eduardo. En 1951, a los 27 años de edad, fue elegido presidente del Club Atlético y Social “Los Campesinos”, de La Pichana, según consta en el Primer Anuario Regional Ilustrado del Sur Mendocino (1956).
Pero su verdadera pasión, de toda la vida, fue la de servir a su comunidad. Hacia 1962 fue nombrado Delegado Municipal por primera vez; y como él mismo cuenta a Una Voz de Cañada Seca, “fui delegado mucho tiempo; me confirmaron dos o tres intendentes. Entonces hice varios proyectos, varios pedidos. Y entre ellos, pedí esta Rotonda”.
Don Eduardo no se hizo rico, como tantos funcionarios, merced a su cargo municipal. Y la rectitud de su conducta, que mantuvo a lo largo de su vida, le valió en el año 2010 el ser galardonado con el título de “Ciudadano Distinguido” por el distrito de Cañada Seca, en una ceremonia que se llevó a cabo en octubre de ese año, en el Teatro Roma de San Rafael.

El alma luminosa de un vecino ejemplar
A mí me enorgullece esto, me da alegría, me dan ganas de hacer más cosas”.

Hace pocos días, el 28 de marzo de 2015, Una Voz de Cañada Seca acompañó al viejo ex delegado en una de sus inspecciones diarias a Tres Esquinas. Durante el paseo, don Eduardo comenzó a desgranar recuerdos: “He nacido acá en Cañada Seca, y de muy chico recuerdo muchas cosas. Nací en 1924. No tengo un grado de estudio grande, apenas tengo sexto grado. En mi época se hizo el Centro de Salud; eso lo había pedido este chico, Piedecasas. Él no está ahora...”.
Su rostro se ensombreció por un instante, al recordar el día de la muerte de Juan Arezzo: “A él lo chocaron aquí mismo. Lo llevó mi yerno en la camioneta a San Rafael, con vida; pero llegó sin vida”.
No obstante, al mirar el asfalto levantado por la obra de la Rotonda, don Eduardo sonríe luminoso: “Sinceramente esto para mí es una gran alegría, porque están saliendo las cosas que había pedido en aquel tiempo. Es lindo... es muy lindo.
Finalmente la inspección terminó, a plena satisfacción del ex delegado y activo vecino. Las palabras con que se despidió de nuestros reporteros, revelan la esencia de un alma luminosa; una actitud digna y humilde, que surge de aquella auténtica sabiduría popular, que sólo se puede adquirir con los años:
Soy un vecino que nació acá en Cañada Seca y he estado al servicio de la comunidad durante mucho tiempo. Y a mí me enorgullece esto, me da alegría, me dan ganas de hacer más cosas; yo me siento muy realizado con esto. Y a pesar de los 90 años que tengo encima, pienso que todavía puedo servir, aunque ya me queda poco tiempo para resolver cosas; porque, sinceramente, hay otras muchas cosas que habría que hacer, pero que no se hacen por falta de iniciativa”.♦
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Una Voz de Cañada Seca

es auspiciada por los siguientes comerciantes del Distrito:

Autoservicio “La Ruta”, de Alberto Gimenez.
Bar “El Viejo”, de Pedro Pablo.
Centro de Parrilladas”, de José Quisper.
Consultorio Clínico del doctor Juan Carlos Giordano.
Despensa “Las Banderitas” - El Tropezón.
Despensa “El Gringo”, de Néstor Blasco.
Farmacia “San Cayetano”, de Heber González.
Farmacia “San Pablo”, de Sandra Ramos.
Fiesta Nacional del Caballo / Club General San Martín.
Lubricantes “M y M”, de Adriana y Gustavo Marchessi.
Mercadito “Brandon” - El Tropezón.
Panaderia “El Buen Sabor”, de Paola Peñaloza.
Polirubro “Marianela”.
Pollería “Pechugas”, de Ramiro Pereyra.
Seguros Jorge A. Villalón.
Supermercado “Dani”, de Danilo Lombard.
Supermecado “Las Rosas”, de Alberto Pérez .
Taller Mecánico “Santarossa”, de Roberto Santarossa.
Tienda “Nahir Sport”, de Rubén y Gaby Compagnone.
 “Todo Moto”, de Marcelo Montoya.
Vinería “Ramos”, de José Ramos.

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1 comentario:

  1. Está buena la nota. Un pequeño error el srjuarez no falleció en tres esquinas y si falto el de el joven salas que fue el cual la comunidad y su familia realizaron cortes de rutas

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