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El cruce de la muerte que casi le cuesta la vida a Marcelo Buenanueva. |
A
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las 12:15 horas este cronista volvió al lugar
del hecho, y encontró al conductor del vehículo, Marcelo Buenanueva, intentando
sacar su vehículo del lugar. Consultado sobre su estado de salud, dijo que
había salido completamente ileso, a excepción de una ligera hinchazón en una
mano.
Preguntado sobre cómo había ocurrido el accidente, contó: “iba
manejando, y de repente se me aparece la porquería ésa —por el tacho de
color anaranjado, colocado en el exacto lugar donde estaba el poste de luz que
mató a Guillermo Vergara— y clavé los
frenos; se me bloqueó una rueda trasera, y me fui contra el poste de luz”.
Buenanueva es oriundo de Buenos Aires, pero vive en San Rafael desde
hace un tiempo.
Conforme al dicho popular, se puede decir que el conductor volvió a
nacer, en la madrugada de hoy. De no haber mediado en su favor el azar, en este
momento estaría muerto. Y los vecinos de Cañada Seca, no estarían profundamente
indignados como lo están ahora, sino que estarían rabiosamente furiosos.
Cuando se pintó la estrella amarilla por Vergara, su hija Dana, con
lágrimas en los ojos, dijo: “Guillermo...
su nombre significa Protector Incondicional... estamos convencidos que éste es
su lugar, protegiendo a las personas que transitan por acá”.
Acaso sea cierto que el milagro que le salvó la vida a Buenanueva, pudiera
haber tenido origen en una intervención sobrenatural; pero a los vecinos no les
alcanza con eso. Quieren la Rotonda, y quieren que se empiece a construir ya,
dado que se prometió iniciar las obras hace dos meses y medio.
Y está
demostrado que, tarde o temprano, alguien más va a pagar con su vida tan
inhumana desidia oficial.
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