Ayer miércoles extinguieron cinco
focos de incendio, uno de ellos en la fábrica “La Española” situada en Tres
Esquinas, la cual estuvo en riesgo de quemarse completamente.
Desde el 21 de
mayo del presente año, hasta ayer, el Cuartel había sido declarado “Fuera de
Servicio” por tener averiadas sus dos unidades móviles. Fue en esas condiciones
que, el pasado domingo, los Bomberos tuvieron que celebrar su 8° aniversario en
la sede del Club General San Martín, en un concurrido almuerzo con los vecinos
que resultó una auténtica fiesta popular.
El primer Foco
El martes a las 20 horas, la unidad móvil 01 —una Ford Ranger 4x4 modelo
1998— salió del taller mecánico en condiciones de prestar servicio; y a la una
de la tarde del miércoles se declaró el primer foco de incendio, en la calle O’Higgins y
Vélez Sarsfield, que fue sofocado con toda rapidez.
Hacia las cinco de la tarde se produjo la segunda alarma, que
—debido a los fuertes vientos que soplaban de norte a sur— derivó en una situación
de grave riesgo para la fábrica “La Española” y las viviendas vecinas.
Grave situación en “La
Española”
El fuego se inició a 500 metros de allí, sobre la Ruta 165, a causa
de vecinos irresponsables que intentaron quemar pastizales sin tomar en cuenta
la fuerza ni la dirección del viento. Rápidamente las llamas avanzaron hasta
Tres Esquinas e incendiaron los álamos de la calle Tomás Abete, que se
convirtieron en gigantescas antorchas de diez metros de altura; las cuales
desprendieron brasas ardientes que, impulsadas por el viento, cruzaron la calle
y comenzaron a caer sobre las instalaciones de la fábrica, precisamente sobre
los depósitos de “bines” —cajones de madera utilizados para recolectar las
cosechas—, que también empezaron a arder.
La situación se tornó grave, y amenazaba prender fuego al resto de las instalaciones fabriles. Pero la
labor conjunta de Bomberos de Policía y Bomberos Voluntarios, tras un denodado
esfuerzo, consiguió impedir el desastre total. En medio del humo y las llamas
—“no se veía a dos metros”,
testimonió el comandante de BBVV Pablo Franciulli— la unidad 01 recogía
constantemente agua del canal de riego, que era arrojada sobre el foco ígneo,
hasta lograr su extinción. No pudieron impedir, sin embargo, que las llamas
afectasen la línea de alta tensión, dejando sin luz eléctrica a la zona, y
poniendo en riesgo la vida de los bomberos que luchaban contra el fuego.
Nuevos focos de incendio
Casi sin un respiro, y ya de noche, los Bomberos Voluntarios
debieron acudir a extinguir otro foco declarado en Luis Rojo y Schestakow,
donde encontraron a efectivos de la Policía Rural luchando contra el fuego con
hojas de palmeras; y una vez controladas las llamas, tuvieron que desplazarse
hacia un nuevo foco a una cuadra de distancia, en Luis Rojo y Sarmiento. Y de
allí, tuvieron que desplazarse hasta el predio “El Mangrullo”, sobre la Ruta
143, enfrente del cual se había declarado un nuevo incendio, que también
lograron extinguir, hacia las nueve y cuarto de la noche.
Apagando dos “reencendidos”
Pero la tregua en estas batallas no duró demasiado; en la madrugada,
los BBVV debieron concurrir nuevamente a Luis Rojo y Sarmiento, y de allí a
Tomás Abete y Ruta 165, donde el viento constante había reavidado algunas
lenguas de fuego, las cuales fueron extinguidas totalmente.
Finalmente, la dura jornada terminó hacia las dos de la mañana,
después de batallar trece horas contra el fuego.
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